¿Sabías que las caras de las personas influyen en nuestros juicios?

El ‘face-ism’ (caraísmo) o la valoración de las personas mediante sus rasgos de la cara tiene unas consecuencias reales a nivel práctico.

Según un estudio de la Universidad Carnegie Mellon (EEUU) las opiniones basadas en el rostro de un desconocido pueden, por ejemplo, hacer que votemos a alguien porque su rostro nos parezca más fiable.

Según los investigadores, fiarse de los rasgos faciales de una persona para así tomar decisiones puede tener graves consecuencias en el ámbito jurídico y financiero. Por ejemplo, en un juicio por asesinato, el sospechoso tendrá más posibilidades de ser condenado si inspira desconfianza o miedo y tiene menos si tiene un rostro amable y simpático.

Para poder combatir esto, la clave es recibir más información sobre esas personas para así reducir la influencia del rostro en nuestra decisión.

Tal y como dice el refrán: las apariencias engañan.

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